Es un derecho real por el cual, en una construcción previamente afectada, una persona es propietaria pura y simple de un área (llamadas unidades de vivienda, aunque también puede albergar oficinas, locales, bodegas, etc.), mientras que comparte una copropiedad forzada e indivisible de las áreas comunes (pasillos, entrada, elevadores, etc.) junto a los demás propietarios de unidades de vivienda.
El ejemplo más común es el de los edificios de vivienda u oficinas, aunque también se presenta en los condominios, parqueos, etc.