¿Qué es la responsabilidad civil?
La responsabilidad civil es una obligación jurídica que recae sobre una persona o entidad, en virtud de la cual se encuentra en la obligación de reparar o compensar los daños y perjuicios ocasionados a otra persona o entidad como consecuencia de una acción u omisión. Esta obligación se deriva de la conducta inapropiada o negligente por parte del responsable, ya sea de manera intencional o por falta de cuidado debido a la omisión de acciones que debieron haber sido realizadas.
La finalidad de la responsabilidad civil es proteger los derechos e intereses de las personas o entidades que han sufrido perjuicios debido a la conducta de otros, y tiene como base el principio de reparación integral del daño.
¿Cuáles son los presupuestos de la responsabilidad civil?
Para que exista responsabilidad civil es necesario que se cumplan ciertos presupuestos, que son los siguientes:
- Acción: se requiere que exista una acción u omisión, es decir, que se haya realizado algo que pueda causar daño a otra persona. La acción puede ser positiva (hacer algo) o negativa (no hacer algo que debía hacerse).
- Antijuricidad: la acción u omisión debe ser contraria a derecho, es decir, no puede ser una conducta permitida o autorizada por la ley.
- Culpabilidad: aunque la culpabilidad no se exige expresamente en todos los sistemas jurídicos, en general se considera que debe existir una cierta intención o negligencia por parte del responsable. Es decir, la persona que causó el daño debe haber actuado con cierta intencionalidad o haber incumplido su deber de cuidado.
- Daño: es necesario que exista un daño real y concreto. El daño puede ser material (pérdida de bienes) o moral (afectación de derechos fundamentales, como la honra o la intimidad).
- Relación de causalidad: es necesario que exista una relación de causalidad entre la acción u omisión del responsable y el daño causado. Es decir, que el daño sea consecuencia directa o indirecta de la conducta del responsable.
¿Cuál es la diferencia entre la responsabilidad contractual y la responsabilidad extracontractual?
La responsabilidad contractual surge del incumplimiento de un contrato entre dos partes, es así que, el cumplimiento de la obligación no solo implica el cumplimiento material de lo pactado, sino también el cumplimiento de las obligaciones accesorias, como pueden ser la entrega de garantías, la corrección de defectos, entre otras. En caso de que se produzca un incumplimiento de la obligación contractual, la parte perjudicada puede pedir la reparación de los daños y perjuicios causados, el resarcimiento se da por la pérdida sufrida del acreedor y la ganancia privada que pudo haber obtenido. Por lo que, el resarcimiento comprenderá los daños previstos o que pudo preverse, daños imprevistos, daños inmediatos y directos.
Por otro lado, la responsabilidad extracontractual es el daño que surge de la acción ilegítima del agente, independientemente de toda relación jurídica contractual previa, este acto debe ser culposo o doloso y el daño ocasionado debe ser injusto. El fundamento de la responsabilidad extracontractual se basa en el principio de reparación del daño. Es decir, que la persona que ha sufrido un perjuicio como consecuencia de la conducta de otra persona, tiene derecho a ser reparada por el daño causado. Para que se pueda establecer la responsabilidad extracontractual, se requiere que se cumplan ciertos elementos:
- Es necesario que exista un daño injusto para la persona afectada.
- Se debe demostrar que hubo una conducta ilícita o negligente por parte de la persona responsable.
- Pérdida sufrida, ganancia privada y daños directos.
¿Qué implica la responsabilidad civil por hecho ajeno?
La responsabilidad por hecho ajeno se da cuando una persona puede ser considerada responsable por los actos de otra persona que actúa en su nombre o bajo su autoridad. Por lo que la persona que tiene el control o la autoridad sobre otra persona debe asumir la responsabilidad por las acciones de esa persona. Los casos que están regulados por el Código Civil son los siguientes:
- Responsabilidad por persona inimputable: Se da cuando el menor de 10 años ocasiona un daño y por esta acción el que estaba a cargo de su cuidado debe resarcir el daño, excepto si se prueba que no se pudo impedir el hecho. Por ejemplo: Un niño de 8 años está bajo el cuidado de su abuelo mientras sus padres están fuera de casa. Durante ese tiempo, el niño toma una piedra y la arroja a una ventana de la casa vecina, causando daños en la ventana. En ese caso el abuelo es responsable por el principio de delegación porque estaba a cargo del cuidado del niño.
- Responsabilidad del padre y la madre o el tutor: deben resarcir el daño causado por sus hijos menores no emancipados o por los menores sujetos a tutela que vivan con ellos, excepto si prueban que no pudieron impedir el hecho. Por ejemplo: Un niño de 12 años está al cuidado de su madre, pero el niño decide prender fuego a la basura en el patio trasero de su casa, lo cual resulta en un incendio que se propaga y causa daños a la propiedad vecina, por lo que, la mamá es responsable por el hecho de su hijo.
- Responsabilidad de los profesores o maestros: Por los menores de edad no emancipados, estando bajo su vigilancia, excepto si prueban que no pudieron impedir el hecho. Por ejemplo: Un maestro de carpintería tiene un grupo de estudiantes a los que enseña cómo utilizar herramientas eléctricas en su taller. Durante una clase, uno de los estudiantes, que aún no tiene la experiencia suficiente, utiliza una sierra eléctrica de manera incorrecta y causa un accidente en el que otro estudiante resulta herido. En ese sentido, el maestro de carpintería podría ser considerado responsable de los daños causados, ya que el estudiante estaba bajo su vigilancia y enseñanza en el taller.
- Responsabilidad de los patronos y comitentes: Los patronos y comitentes son responsables del daño causado por sus domésticos y empleados en el ejercicio de los trabajos que les encomendaren. Por ejemplo: El propietario de un pequeño negocio de construcción, tiene varios empleados trabajando para él. Un día, uno de sus empleados, Luis, causa un accidente mientras está trabajando en un proyecto de construcción. El accidente resulta en daños a la propiedad del vecino. Debido a esto, el propietario del negocio de la construcción es responsable por los daños y lesiones ocasionados por su empleado y debe de pagar los daños y perjuicios causados.
¿Cómo se da la responsabilidad por las cosas?
La responsabilidad de las cosas establece que el propietario o poseedor de una cosa es responsable de los daños que esa cosa cause a terceros. Esto se da, por la falta de cuidado o diligencia de parte del propietario. Además, la persona que sufrió el daño debe demostrar que la cosa estaba bajo el control o custodia del propietario o poseedor en el momento en que ocurrió el daño. Los casos en los que se da la son los siguientes:
- Responsabilidad por cosa en custodia: Quien tenga una cosa inanimada en custodia, es responsable del daño ocasionado por dicha cosa, excepto si prueba el caso fortuito o fuerza mayor o la culpa de la víctima. Por ejemplo: El propietario de una tienda de jaulas de mascotas ordena las jaulas de manera inadecuada, apilándolas de forma insegura. Mientras un cliente entra en la tienda, todas las jaulas se caen encima del cliente, causándole lesiones. En este caso, el propietario de la tienda de mascotas podría ser considerado responsable del daño causado al cliente.
- Responsabilidad del propietario de un animal o quien de él se sirve: Es responsable del daño que ocasiona dicho animal sea que está bajo su custodia, sea que se le hubiese extraviado o escapado, salvo que pruebe el caso fortuito o fuerza mayor o la culpa de la víctima. Por ejemplo: María es propietaria de un perro de raza grande y lo saca a pasear sin correa por el parque. Durante el paseo, el perro se escapa y ataca a un niño que está jugando. El niño sufre heridas graves y los padres del niño presentan una demanda contra María por los daños sufridos. Por lo que María debe responder por el daño causado por su perro.
- Responsabilidad por la ruina del edificio u otra cosa en construcción: El propietario de un edificio u otra construcción es responsable del daño causado por su ruina, excepto si prueba el caso fortuito o de fuerza mayor o la culpa de la víctima. Por ejemplo: Bernardo es el propietario de un departamento en un edificio, debido a su descuido en el mantenimiento del gas, se produce una explosión en el edificio, causando graves daños en la estructura del edificio y en los departamentos vecinos. En este caso, Bernardo sería considerado responsable de los daños ocasionados con respecto a la propiedad y perjuicios sufridos por los vecinos afectados.
